Vereda Nueva
Vereda Nueva es el nombre que asumió definitivamente el primitivo Corralillo Nuevo que a partir de la primera década del siglo XVIII, ocupaba una posición geográfica excepcional. Sus tierras, taladas de antaño por los leñadores, lentamente se fueron convirtiendo en feraces campos de cultivo donde florecían los naranjos que adornaban los jardines de las casas. Era indudablemente una de las más ricas parcelas de Cuba. Así describe, José Rivero Muñiz en el Libro Vereda Nueva, esa tierra de gente humilde, dispuesta a socorre al necesitado. Amanecer allí cada mañana, me hace sentir orgullo de mis orígenes. Despertar con el canto de los gallos y el ajetreo constante de los gorriones es uno de las maravillas del lugar. Ahora me niego a borrar de mis recuerdos los tiempos en que abría mis alas entre los campos de mandarina, naranja y limones para sentirme libre. Me niego a olvidar el momento de correr por los callejones con una docena de muchachos en busca de un sitio...
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