Con el corazón en el lente.

Zapatillas empolvadas, pantalón de mezclilla, pulóver claro y una mochila en la espalda. Así lo vi entrar agitado a la sala de un hospital. La claridad de sus ojos azules se iluminó cuando miró a su querida Made; ella, al verlo venir,  encontró la fuerza perdida; para Marlon, el niño enfermo, fue encontrar el amor de otro padre.

 Atrapado en 1994 por la fotografía; profesión que heredó de su familia, comienza el camino donde refiere que juega “el arte con el arte”; tratando de provocar sentimientos, emociones e impresiones como la que me causó  al apreciar su obra.

Y es que Roberto Morejón Rodríguez es uno de esos fotoperiodistas que captura con el lente imágenes repletas de sensaciones para estremecer el alma de cualquier espectador. 

 Estudiar en la Universidad de la Habana y el Instituto de periodismo José Martí, le permitió alcanzar una visión amplia para desarrollar su olfato de creador. La Agencia de Información Nacional (AIN), centro donde trabaja, le brinda la oportunidad de estar presente  en lugares  increíbles.

Hojear su álbum fotográfico, “Con el dedo en el disparador”; es   un resumen de su cotidianidad, donde se puede sentir, escuchar, oler, vivir la capital cubana y sus más íntimos secretos. Es un encuentro con la Cuba actual. Quien ha podido acariciar este libro de imágenes puede encontrar al artista entre sus páginas porque no tiene secuencia cronológica, temática y mucho menos orden; solamente libertad creativa; sin más atadura que la pasión por lo que capta su cámara y el recuerdo de cada lugar donde estuvo.

Nada hace más especial a este hombre risueño, bromista y buen amigo que la pasión por retratar aquello en lo que sus ojos descubren el arte. Su exclusividad  se reafirma en el amor por lo que hace;  viviendo, cada segundo de su existencia con el corazón en el lente para atrapar la escena que se escapa de nuestra vista.