La casa de los veredanos




Abierta al culto el jueves 15 de mayo de MIL 806, bajo la advocación de Nuestra Señora del Pilar, la iglesia de Vereda Nueva se levantó en el solar cedido por el presbítero Felipe Merlo, propietario de algunos terrenos del pueblo. Este edificio de forma rectangular, constituye un símbolo distintivo de Vereda Nueva, la casa de los veredanos.  
A rememorar recientemente los doscientos diez años de historia de dicha iglesia, reliquia del orden eclesiástico nacional en sus paredes se escucha cada miércoles y sábado la palabra del sacerdote quien transmite a través de pasajes bíblicos una esperanza de fe para hacer un hombre mejor.
Este edificio, de forma rectangular, con techos de tejas sostenido por altos y macizos muros de mampostería, el templo católico de Vereda Nueva dispone de cuatro puertas. Corresponde una a la fachada, frente al parque, otra al costado derecho y las dos restantes al izquierdo. La más pequeña de las puertas da a la sacristía, mientras que las tres primeras comunican directamente con la única nave que tiene la iglesia. Durante la primera mitad del siglo XIX el templo careció de campanario y las dos campanas que poseía, colgaban próximas a la entrada principal. Este particular llamó la atención de Cirilo Villaverde, en 1839, cuando en viaje hacia Vuelta Abajo pasó por el poblado en compañía del pintor francés Alejandro Moureau de Jones y el presbítero Francisco Ruiz, catedrático del Seminario San Carlos y San Ambrosio.
Refiriéndose a las condiciones constructivas de la iglesia de Vereda Nueva, en su Excursión a Vuelta Abajo, Villaverde apuntó: “Su iglesia… es capaz para la escaza población…, pero carece de campanario y las campanas cuelgan a la intemperie en una horca fronteriza a la puerta principal”. NO existen noticias, hasta ahora, de que persona alguna haya hecho donativos para la construcción de esta casa de Dios, iniciada en MIL 799 y cuya larga demora en ser terminada hace suponer que el dinero empleado para edificarla fue recaudado entre la feligresía de la localidad. Este hecho es una muestra de la fe que sostiene a un pueblo humilde desde sus primeros años.

Por: MSc Uchy M Perdomo Eng y la colaboración del Lic. Alejandro Batista Martínez

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